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Las pequeñas cosas marcan la diferencia

Hoy mientras hacía algunas posturas de yoga para comenzar la mañana moviendo el cuerpo, hice una pequeña- pero importante para mí- reflexión.

Para mantener el equilibrio siempre se nos dice que fijemos nuestra mirada en un punto concreto, una mota de polvo en el suelo, un pequeño detalle.

Después de la práctica he pensado sobre esto. Como esas pequeñas cosas, insignificantes a veces, ayudan a que todo esté en equilibrio.

Si esto me lo llevo a mi vida, ¿cómo de importantes son esas pequeñas cosas cotidianas, hábitos, encuentros, momentos, que tantas veces paso por alto?

No digo que sea lo único que necesitamos para sentirnos satisfechos en nuestra vida (soy consciente de que a veces no están cubiertas ciertas necesidades o nos preocupan ciertas situaciones que necesitamos resolver). Pero, ¿cómo cambiaria todo si empezase a estar más atenta a esos pequeños detalles y me permitiera poder disfrutarlos con consciencia plena? Un café con una amiga, una buena película, un paseo, o ver el atardecer, un abrazo a un ser querido, una conversación, una sonrisa, comer algo que me gusta, compartir tiempo con mi pareja,… a veces son pequeñas grandes cosas que dotan a nuestro día a día de mayor significado. 

Muchas corrientes filosóficas hablan de los beneficios del agradecimiento; yo añadiría que es necesario darnos cuenta de que nuestro día está cargado de contrastes, pero que todo forma parte de ese equilibrio.

Que siga siendo así.

María.

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María Moya Duque, Psicóloga
El primer paso para llegar a un lugar, es decidir que no estás dispuesto a quedarte donde estás. ¿Hablamos?